Málaga, situada en la región de Andalucía, es una de las ciudades más antiguas de Europa, con una historia que se remonta a casi 3,000 años. 

Fundada por los fenicios alrededor del 770 a.C., originalmente se llamaba Malaka. Posteriormente, fue ocupada por cartagineses, romanos, visigodos y musulmanes, cada uno dejando una huella significativa en la ciudad. Bajo el dominio musulmán, Málaga se convirtió en un importante puerto y centro comercial. En 1487, fue reconquistada por los Reyes Católicos, Isabel y Fernando. 

Durante el siglo XIX, la ciudad experimentó un importante desarrollo industrial y comercial, especialmente en el sector de la minería y la siderurgia. En la actualidad, Málaga es un vibrante centro cultural y turístico.
La gastronomía de Málaga es una deliciosa combinación de productos del mar y de la tierra. Entre los platos más emblemáticos se encuentra el espeto de sardinas, sardinas asadas en una caña a la parrilla, típicamente servidas en los chiringuitos (bares de playa).

El ajoblanco, una sopa fría de almendras, ajo y uvas, y el gazpachuelo, una sopa de pescado con mayonesa, son otros platos tradicionales. Los pescados fritos, conocidos como “pescaíto frito”, y el boquerón victoriano, un tipo de anchoa local, son también muy populares.

En la repostería, destacan los borrachuelos y las tortas de aceite. Málaga es también famosa por sus vinos dulces, elaborados a partir de uvas moscatel y Pedro Ximénez.