Esta iglesia puede considerarse el único vestigio arquitectónico del desaparecido convento, fundado por Jaume 1. En un principio se construyó frente a la muralla, pero tuvo que ser demolida durante la Guerra de los Dos Pedros, cuando la ciudad fue asediada por Pedro I de Castilla, fue reconstruida entre 1366 y 1377. En terrenos de la ciudad situados intramuros.